Biba er bló

Solo veo lo que quiero
Sueño con los surcos de tu cuerpo
Con tus ojos y con tu sexo
Despierto, oigo un llanto
Espero

Etiquetas: amor, ciego, sexo

Loop

Salí a comprarte algo al mediodía
al volver a casa la encontré vacía
hallé una extraña nota que decía:

End Loop;

Etiquetas: informática, loop, poesía

Cuando el profeta encaminaba sus pasos hacia el pueblo de Herciano no pudo evitar sentir temor por su vida, ya que días antes había sido casi linchado por sus gentes.
Herciano era, sin duda alguna, un lugar peculiar; había nacido como un pueblo símbolo, símbolo de la cultura y el entretenimiento pero degeneró en lo que el profeta conocía: un lugar de falsedad. Este lugar era conocido en todo el mundo y todos aquellos que quieren ser públicos y famosos deben pasar y ser juzgados por sus habitantes antes de ser aceptados por la mayoría; el profeta era consciente de este hecho y sabía que aun tenía una última oportunidad de mostrar la verdad a sus habitantes.
Cuando el profeta llegó al pueblo pudo sentir cierta intranquilidad en el ambiente debido a su propia presencia, no le importó sino que fue directamente al pedestal de oradores y comenzó su discurso frente a un público hostil.
- Queridos hermanos - dijo - hoy estoy subido en vuestro pedestal de oratoria para enseñaros la verdad y mostraros como os estáis engañando a vosotros mismos y al resto del mundo, porque a verdad no es lo que vosotros enseñáis ni buenas personas las que vosotros encumbráis...
- ¡Cállate bastardo! - aulló un viejo lugareño - ¡no vengas aquí a decirnos lo que está bien o mal, porque somos nosotros quienes lo decidimos!.
- ¡Bien dicho! - profirió un joven.
- ¡Deja de pervertir a los niños con tus inmoralidades! - grito una señora entre los aplausos y vítores de sus vecinos.
- ¡Hay que lincharlo, si, hay que linchar a ese cerdo! - exclamaron los mas violentos e influyentes.
La masa saltó sobre el pedestal con extrema violencia e hizo volar hacia el suelo al profeta a base de patadas, pedradas, puñetazos, cabezazos, codazos... las piedras llovieron sobre su astillado cuerpo durante una eternidad y los gritos y jadeos de victoria sobre el maligno intruso pasaron a ser canciones de alegría, mas tarde de embriaguez y empacho etílico cuando condujeron el cuerpo del predicador hacia el basurero mas tétrico y nauseabundo del pueblo; allí le dejaron muerto, destrozado y olvidado para siempre, su muerte fue considerada un acto de heroicidad del pueblo contra la maldad y locura del hombre.
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Oscuridad, frío, todo es negro, todo está helado, no queda nada salvo una nada insensible. ¿Donde estoy?, no puedo ver, ¡no siento cosa alguna! ¿y mis piernas?, ¿y mis brazos?, ¿donde están?, no los noto, ¿acaso alguna vez los tuve o son el recuerdo de otra existencia? no puedo mas, debo dormir, dormir...
¡Luz!, ¡hay una luz allí a lo lejos!... ¡luz, claridad, destello!, ¡oh, por fin puedo ver, ya tengo recuerdos nítidos!... ¡soy el profeta!; ¿que es eso?, ¿ese soy yo?, ¡estoy muerto!.
Si es esta una muerte digna no lo se, mas se que estoy aquí esperando el tren que me lleve a mi destino, se que vaya donde vaya mi legado terrenal será ese cuerpo mutilado sobre los escombros que estoy viendo.
Ahora por fin se que no estaba equivocado y que yo tenía razón, ahora se que ya me han olvidado y que si alguien me recuerda es como verdugo y no como salvador, ahora se que el mundo y su maldad están condenados ya que no se aceptan, el hombre seguirá profanando su bondad y haciendo gala de su egoísmo, puesto que al morir la verdad me ha sido revelada en todo su esplendor.
Solo me queda esperar, esperar al cielo o al infierno, esperar el reconocimiento o la censura, la alegría o la vergüenza; sin embargo se donde voy, voy al infierno, puesto que al cielo solo van los mentirosos...

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