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domingo, junio 10, 2007

 

Amanda


Amanda apenas levanta un par de palmos del suelo, lo mira todo como si todo esperase a que ella lo mirase, lo mira y lo atraviesa, lo devora con la mirada, como si quisiera atrapar en un instante toda la esencia de lo que mira.

Ella no ríe, te regala un pedazo de su alma, tú lo aceptas y lo guardas como un tesoro. Además no llora, te desgarra el corazón cuando algo no le gusta y acaba por no gustarte a ti también.

Ayer ella cogió con su manita mi dedo, me apretaba con fuerza y miraba hacia otro lado avergonzada, la muy jodía... pero me dijo mas cosas con ese gesto que muchos adultos con millones de palabras en toda su vida.

Luego mire a los ojos de su madre y vi tanto amor en su mirada que no sabía si apartar mi ojos o perderme allí para siempre, durante un momento deje de sentirme hombre y quise ser niño de nuevo, para que me amaran de forma tan pura y clara.

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